MUCHAS
HISTORIAS PARA TAN POCA TINTA
Mientras la guerra del Beagle sigue ausente
en los manuales escolares argentinos existen algunos film y libros a los que todos
los protagonistas de aquellos deberían acceder para comprender con exactitud
qué fue lo que ocurrió y así poder llevar adelante una amplia campaña de
difusión.
Los únicos libros que abordan la cuestión
editados en 2005, 2012 y 2015 respectivamente.
Hay que reconocer
que los chilenos se han ocupado más del tema que los argentinos. Periódicamente
los diarios y revistas más importantes del país trasandino han rendido tributo
a sus soldados, suboficiales y oficiales de las tres fuerzas afectados a los
teatros de operaciones creados a fines de 1978.
Se han impresos
suplementos especiales de varias páginas con relatos y fotografías de la época.
Televisión Nacional de Chile realizó un muy buen informe que en la actualidad puede
ser visto en Youtube.
El cineasta
chileno Alex Bowen Carranza llevó a la pantalla grande algunas de las historias
nacidas en las trincheras sureñas con el film “Mi mejor enemigo” rodado en
2005.
La película fue
nominada entre las mejores producciones de habla hispana del 20º edición de los
Premios Goya pero no obtuvo el máximo galardón en ese rubro ya que fue
desplazada, nada más y nada menos, que por “Iluminados por el fuego”.
Cuando ocurrieron
los hechos que sirvieron de eje temático al film Bowen Carranza tenía 11 años y
en aquel 2005 poco recordaba y menos sabía de lo que en verdad había sucedido.
Tan es así que en una entrevista periodística señaló que visitando el sur de su
país le llamó la atención ver en varios sectores carteles advirtiendo sobre la
existencia de campos minados.
Cuando consultó
sobre la razón de ser de estos le informaron que estaban allí desde 1978 por “la
casi guerra” con Argentina. A partir de allí Bowen Carranza comenzó a indagar
un poco más y publicó algunos avisos en distintos diarios de Santiago
convocando a quienes participaron en aquellos hechos para poder armar la
historia del futuro film.
La película muestra un encuentro de futbol
entre soldados chilenos y argentinos, el aporte de antigripales para un soldado
trasandino enfermo y un breve pero intenso enfrentamiento armado que concluye
con un oficial argentino herido y un soldado chileno muerto. Fuera de este
deceso, todos las otras circunstancias fueron reales y sus datos aportados a
partir de aquella convocatoria inicial.
Si bien el film “Mi
mejor enemigo” es presentado como una coproducción chilena, argentina y
española, no resulta menos cierto que el aporte económico mayoritario
corresponde a capitales trasandinos.
La filmografía se
cierra con un cortometraje argentino de bajo presupuesto: “El regalo de Zapura”
que también centra su guión en el vínculo de un cabo del ejército argentino con
una pelota autografiada por Mario Kempes y en un partido de futbol disputado
con soldados chilenos.
En materia de
bibliografía el menú no es menos acotado. Solo tres libros se han ocupado del
tema.
En noviembre de
1998 editorial Sudamericana editó “El delirio armado”, del periodista Bruno
Passarelli que centra su desarrollo solo en el aspecto político y diplomático
de la relación mantenida entre Chile y Argentina veinte años antes. Del aspecto
militar solo se ocupa de la situación y pugna existente entre los mandos
superiores de las tres fuerzas y muy brevemente referencia a la incursión que
habría realizado sobre territorio chileno la noche del 22 de diciembre una
columna de la X Brigada de Infantería Mecanizada.
Lo principal del
citado libro se asienta en la intensa gestión del purpurado argentino para
lograr atraer la atención del Vaticano con la consecuente mediación.
En 2012 Ediciones
de la Universidad Nacional del Litoral agrega a su colección el libro “114 en
el Sur” de Claudio Ramírez, un ex soldado santafesino que participó en la “Operación
Soberanía”.
La obra publica
las cartas que el “colimba” Ramírez intercambió con sus padres durante los más
de tres meses que estuvo acantonado en la Patagonia argentina.
Los pasajes de
las misivas que iban y venían con la velocidad que los sistemas y
circunstancias de entonces lo permitían permiten reconstruir escenarios,
experiencias y sensaciones no solo de los soldados en el lejano frente de
batalla sino también de las familias que habían quedado –angustiadas- en los
solares nativos.
En abril de 2015,
y después de seis años de recopilar material que incluyó una gran cantidad de
testimonios, editamos “Hubo Penas y Olvidos” con recursos propios dado que –presumimos
que por ser un tema contrario a los intereses de la década ganada- ninguna
editorial se mostró dispuesta a asumir su impresión. Incluso Penguin Random
House (Sudamericana) calificó al material de excelente pero se excusaron
alegando que el tema no estaba en los planes editoriales inmediatos.
La obra se puede
dividir en dos partes. Los dos primeros capítulos referidos a las vivencias del
desaparecido servicio militar obligatorio, los preparativos bélicos en detalle
y la característica que tuvo la mayor movilización militar en la historia
argentina y los pormenores del día D. La segunda parte comprende otros dos
capítulos puramente técnicos: leyes nacionales e internacionales y manuales de
maniobras militares, todo para concluir que en 1978 existió una guerra por el
canal del Beagle, islas e islotes adyacentes.
Pese a que no nos
compete juzgar nuestro trabajo entendemos que la trilogía “El delirio armado”-“114
días en el Sur”-“Hubo Penas y Olvidos” debe ser leída por todos los que
participamos en aquellos acontecimientos para poder comprender qué fue lo que
nos tocó vivir y así poder transmitirlo con la mayor amplitud posible.
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