EL NUEVO ABRAZO DEL ALMA
Muchas anécdotas dejó el acto que, bajo la denominación “¡Sí, Juro!”, tuvo
lugar en Rosario el pasado 20 de junio. Esta, es una de ellas.
Rosario. 25 de junio de
1978. Argentina 3 – Holanda 1. Final del partido y Argentina campeón del mundo.
Con la pitada final Ubaldo Filliol y Alberto Tarantini corren a un encuentro
que se perpetuará en la memoria nacional. Se arrodillan, se abrazan. No lo
advirtieron aún, pero se suma al abrazo Víctor Dell'Aquila, a quien por un
accidente le habían amputado ambos brazos. El reportero gráfico Ricardo Alfieri
congela esa imagen para la posteridad. Había nacido “El abrazo del alma”.
Rosario. 20 de junio de
2019. En otro escenario, por otras circunstancias y con otros protagonistas, el
abrazo del alma reaparece.
Fue en el club Italiano,
durante el acto realizado por los soldados de los Operativos Independencia,
Soberanía y Malvinas. Casi 400 ex conscriptos, y siempre soldados, respondieron
a la convocatoria de renovar su juramento de fidelidad a la enseña nacional.
El orador principal,
coronel (r.) Manuel Bianco, había destacado la presencia, en la formación, de
un suboficial del ejército que debió dejar sus filas por negarse a cumplir una
orden indigna. Dejó la fuerza y su grado, pero nunca de ser soldado. Tras el
reconocimiento, fue efusivamente saludado por sus camaradas y, entendemos,
quedó allí perpetuado el segundo abrazo del alma como esencia de lo que fue la
jornada en su totalidad.
También conformada con gestos
como el del soldado Miguel, que desde Santiago del Estero llevó un exquisito
pan casero que dispuso sobre una mesa para compartir con todos los presentes
sin condicionamientos o el saludo fraternal que se dispensaban unos a otros,
aún sin conocerse, pero sabiendo que eran todos parte de la misma historia
olvidada.
Para mi fue revivir mis 20 años, la emoción fue superior, la camaradería que en realidad fue encuentro de hermanos y quizás con más fuerza que los de la misma sangre. La Patria tiene eso que no todos lo consiguen , ese sentimiento inexplicable de dar la vida por nuestra bandera y arriesgarla por un camarada. Mo mente y mi corazón sigue aún con ustedes y siente que faltó un poco más de tiempo para continuar con los abrazos de hombres de una sola madre. Nuestra Patria !!!
ResponderEliminarPara mi fue revivir mis 20 años, la emoción fue superior, la camaradería que en realidad fue encuentro de hermanos y quizás con más fuerza que los de la misma sangre. La Patria tiene eso que no todos lo consiguen , ese sentimiento inexplicable de dar la vida por nuestra bandera y arriesgarla por un camarada. Mo mente y mi corazón sigue aún con ustedes y siente que faltó un poco más de tiempo para continuar con los abrazos de hombres de una sola madre. Nuestra Patria !!!
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