miércoles, 19 de octubre de 2022

BATALLÓN DE PROTECCIÓN 122

 

Un rol más que importante en la Reserva Estratégica

 En este blog, en otra oportunidad, ya nos hemos ocupado de este tipo de unidades (ver “El error conceptual de algunos soldados reservistas”, 19 de mayo de 2018) e insistimos en ello atento a varias conversaciones que hemos mantenido con quienes las integraron. Haber sido parte de las tropas diseminadas por el área de Seguridad Estratégica del Noreste (S.E.N.E.) no resultó una cuestión menor ni insignificante en el marco de las acciones previstas en la Operación Soberanía.



Quizás fue uno de los últimos actos formales y públicos que se desarrollaron en la vieja sede del Liceo Militar “General Manuel Belgrano” antes de abandonar aquellas instalaciones -inauguradas en 1948- de Avenida Blas Parera al 8200 en la capital santafecina, para emplazarse en un nuevo destino.

Los rumores de cambios comenzaron a sonar a principios de 1978 y fue confirmado en septiembre de ese año por las autoridades nacionales: Se concretaría un enroque edilicio con el Instituto Nacional de Lucha contra la Tuberculosis / Hospital Sayago (emplazado sobre la ruta 11 en jurisdicción de la localidad de Recreo). Se había planificado concretar las mudanzas antes de que terminara “el año del mundial”, pero la realidad política internacional preparó otra agenda y la mudanza se postergó hasta principio de 1979.

Y el 14 de febrero de éste último año tuvo lugar en la plaza de armas el acto de entrega de la bandera oficial de ceremonias del denominado “Batallón de Protección 122”, encabezado por el segundo comandante del II Cuerpo de Ejército General Luciano Jáuregui y el jefe interino de la Guarnición Militar Santa Fe (y director del liceo) Coronel José María Frutos.

La unidad en cuestión había sido creada por el Decreto S 3044 (de carácter reservado y recién desclasificado en el año 2017) para cubrir lo que técnicamente se denominó área de Seguridad Estratégica del Nor Este (SENE) que comprendía las provincias de Misiones, Formosa, Chaco, Santa Fe, Corrientes y Entre Ríos.

La unidad fue conformada por soldados rasos de las clases 1952, 1953, 1954, 1955 y 1958 reincorporados al servicio activo, algunos de los cuales lo hicieron con el grado de Cabo en comisión (ex Dragoneantes) y Subteniente en comisión (ex Aspirantes a Oficial de Reserva - A.O.R.). Se sumaron los egresados del propio Liceo Militar como subtenientes en comisión (del arma de infantería), suboficiales y oficiales que ya habían pasado a retiro, integrantes de bandas de música y personal de servicio (cocineros, talabarteros, carpinteros, administrativos, etc.). Dentro la oficialidad reservista algunos fueron incorporados como tenientes o teniente primeros dependiendo de los cursos que hubieren hecho y aprobado. Si bien algunos pocos portaron el clásico Fusil Automático Liviano (FAL), en su mayoría la tropa fue dotada de fusiles Máuser modelo 1909 (que habían sido retirados del servicio en 1960), pistolas ametralladoras PAM 2 y pistolas Ballester Molina, todo de fabricación nacional. Al frente del batallón fue designado el Teniente Coronel Enrique Gómez Saa.

Otra unidad de similares características se creó en Campo de Mayo e identificada como “Batallón de Protección 101”, aglutinando a solados reincorporados en similar situación a los anteriores, más egresados del “Liceo Militar General San Martín”.

Esta unidad llegó a contar con algo más de 1.000 efectivos que fueron equipados con fusiles Mauser, pistolas Ballester Molina 11.25, ametralladoras Madsen calibre 7.62 mm (de la 2ª guerra mundial), morteros Brandt de 81mm y cañones Oerlikon de 20mm. Su misión principal –que no llegó a concretar en plenitud- era cubrir el Sud-Oeste de la provincia de Buenos Aires para dar seguridad general y para neutralizar la acción de comandos enemigos que pudieran haber penetrado nuestro territorio.

Mientras el grueso del Batallón 101 permaneció en Campo de Mayo, llegando a desplazar algunas secciones hacia el sudoeste de la provincia de Buenos Aires con la misión de detectar -llegado el caso- comandos y observadores adelantados del ejército chileno, los componentes del Batallón 122 fueron distribuidos a lo largo de la frontera con Brasil.

El por qué se utilizó allí a la reserva y el por qué no se denominó técnicamente a la región comprendida por el área de la S.E.N.E. como teatro de operaciones, pese al desplazamiento de tropas y armamentos, tiene su explicación y fundamentos desde la técnica militar, las normas del derecho internacional de guerra y la diplomacia.

Porque por imperio de las leyes 16.790/68 y 17.649/68 hubiere significado una declaración de guerra de hecho a la República Federativa del Brasil. Y los vecinos del Este ya habían adelantado algunas unidades con gran poder de fuego hacia las márgenes de los ríos Iguazú y Uruguay, disponiéndolas desde Foz do Iguazú (frente a Puerto Iguazú) a Barra do Quaraí (frente a Monte Caseros).

Y esto último queda corroborado con anécdotas como la contada por un entonces joven subteniente en comisión, asignado al Batallón de Protección 122, apostado en la frontera Este de Misiones, que durante el día realizaban interminables patrullajes por la zona selvática agobiados por el calor, los mosquitos y el agua racionada. Y por las noches les resultaba muy difícil conciliar el sueño para reponer energías porque a la caída del sol la artillería brasilera comenzaba con rondas de disparos en su propio territorio bajo el pretexto de meros ejercicios o maniobras ordinarias. Las explosiones se mantenían casi hasta el amanecer y tenían un múltiple propósito, entre estos, marca presencia y anunciar una clara predisposición para el combate, además de crispar los nervios de las tropas destinatarias de aquel mensaje.

El 26 de enero de 1979 mediante el Decreto S 200, al igual que los teatros de operaciones, el Área de Seguridad del Nor Este (S.E.N.E. / Zona de Protección), había sido desarticulada para dar muestras al Vaticano de la predisposición argentina para que las negociaciones que iniciaba el cardenal Antonio Samoré arribaran a buen puerto. Pero esta desactivación no fue óbice para el tipo de ceremonias que pretendemos rescatar del olvido.

Otras unidades, creadas especialmente para participar del ORBAT (Orden de Batalla) también recibieron sus estandartes después de aquel decreto, como el caso del Batallón Logístico 2 Movilizado al que se le hizo entrega de la enseña nacional el 30 de enero de 1979. Este batallón, creado el 18 de diciembre de 1978, estaba integrado por la Compañía de Arsenales 2 (Paraná), Compañía de Sanidad (derivada desde el Hospital Militar de Paraná), Compañía de Transporte Movilizada y la Sección de Intendencia 2 (desprendida del Comando de la II Brigada de Caballería Blindada).

En el contexto del plan de acciones desarrollado por el alto mando argentino los batallones de protección hicieron un real aporte al igual que las unidades asignadas como Reserva Estratégica. Tal los casos de la II Brigada de Caballería Blindada que se apostó al sur de la provincia de Buenos y Este de La Pampa con algunas secciones adelantadas hacia el Oeste, y el Regimiento de Infantería Aerotransportada 14 que permaneció en su territorio natural (provincia de Córdoba). Ambas unidades actuarían en conjunto en caso de que las tropas chilenas lograran contraatacar en su punto medio fronterizo para comenzar un avance hacia la ciudad de Bahía Blanca.

 

 

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