Un rol más que importante en la Reserva Estratégica
Quizás fue uno de los últimos actos formales y públicos que se desarrollaron en la vieja sede del Liceo Militar “General Manuel Belgrano” antes de abandonar aquellas instalaciones -inauguradas en 1948- de Avenida Blas Parera al 8200 en la capital santafecina, para emplazarse en un nuevo destino.
Los rumores de cambios comenzaron a sonar a principios de
1978 y fue confirmado en septiembre de ese año por las autoridades nacionales:
Se concretaría un enroque edilicio con el Instituto Nacional de Lucha contra la
Tuberculosis / Hospital Sayago (emplazado sobre la ruta 11 en jurisdicción de
la localidad de Recreo). Se había planificado concretar las mudanzas antes de
que terminara “el año del mundial”, pero la realidad política internacional
preparó otra agenda y la mudanza se postergó hasta principio de 1979.
Y el 14 de febrero de éste último año tuvo lugar en la
plaza de armas el acto de entrega de la bandera oficial de ceremonias del
denominado “Batallón de Protección 122”,
encabezado por el segundo comandante del II Cuerpo de Ejército General Luciano
Jáuregui y el jefe interino de la Guarnición Militar Santa Fe (y director del
liceo) Coronel José María Frutos.
La unidad en cuestión había sido creada por el Decreto S
3044 (de carácter reservado y recién desclasificado en el año 2017) para cubrir
lo que técnicamente se denominó área de Seguridad Estratégica del Nor Este
(SENE) que comprendía las provincias de Misiones, Formosa, Chaco, Santa Fe,
Corrientes y Entre Ríos.
La unidad fue conformada por soldados rasos de las clases
1952,
1953, 1954, 1955 y 1958 reincorporados al servicio activo, algunos de los
cuales lo hicieron con el grado de Cabo en comisión (ex Dragoneantes) y
Subteniente en comisión (ex Aspirantes a Oficial de Reserva - A.O.R.). Se
sumaron los egresados del propio Liceo Militar como subtenientes en comisión
(del arma de infantería), suboficiales y oficiales que ya habían pasado a
retiro, integrantes de bandas de música y personal de servicio (cocineros,
talabarteros, carpinteros, administrativos, etc.). Dentro la oficialidad
reservista algunos fueron incorporados como tenientes o teniente primeros
dependiendo de los cursos que hubieren hecho y aprobado. Si bien algunos pocos
portaron el clásico Fusil Automático Liviano (FAL), en su mayoría la tropa fue
dotada de fusiles Máuser modelo 1909 (que habían sido retirados del servicio en
1960), pistolas ametralladoras PAM 2 y pistolas Ballester Molina, todo de
fabricación nacional. Al frente del batallón fue designado
el Teniente Coronel Enrique Gómez Saa.
Otra unidad de similares características se creó en Campo
de Mayo e identificada como “Batallón de
Protección 101”, aglutinando a solados reincorporados en similar situación
a los anteriores, más egresados del “Liceo
Militar General San Martín”.
Esta unidad llegó a contar con algo más de 1.000
efectivos que fueron equipados con fusiles Mauser, pistolas Ballester
Molina 11.25, ametralladoras Madsen calibre
Mientras
el grueso del Batallón 101 permaneció en Campo de Mayo, llegando a desplazar
algunas secciones hacia el sudoeste de la provincia de Buenos Aires con la
misión de detectar -llegado el caso- comandos y observadores adelantados del
ejército chileno, los componentes del Batallón 122 fueron distribuidos a lo
largo de la frontera con Brasil.
El
por qué se utilizó allí a la reserva y el por qué no se denominó técnicamente a
la región comprendida por el área de la S.E.N.E. como teatro de operaciones,
pese al desplazamiento de tropas y armamentos, tiene su explicación y
fundamentos desde la técnica militar, las normas del derecho internacional de
guerra y la diplomacia.
Porque por imperio de las leyes 16.790/68 y 17.649/68
hubiere significado una declaración de guerra de hecho a la República
Federativa del Brasil. Y los vecinos del Este ya habían adelantado algunas
unidades con gran poder de fuego hacia las márgenes de los ríos Iguazú y
Uruguay, disponiéndolas desde Foz do Iguazú (frente a Puerto Iguazú) a Barra do
Quaraí (frente a Monte Caseros).
Y esto último queda corroborado con anécdotas como la
contada por un entonces joven subteniente en comisión, asignado al Batallón de
Protección 122, apostado en la frontera Este de Misiones, que durante el día
realizaban interminables patrullajes por la zona selvática agobiados por el
calor, los mosquitos y el agua racionada. Y por las noches les resultaba muy
difícil conciliar el sueño para reponer energías porque a la caída del sol la
artillería brasilera comenzaba con rondas de disparos en su propio territorio
bajo el pretexto de meros ejercicios o maniobras ordinarias. Las explosiones se
mantenían casi hasta el amanecer y tenían un múltiple propósito, entre estos,
marca presencia y anunciar una clara predisposición para el combate, además de
crispar los nervios de las tropas destinatarias de aquel mensaje.
El 26 de enero de 1979 mediante el Decreto S 200, al
igual que los teatros de operaciones, el Área de Seguridad del Nor Este
(S.E.N.E. / Zona de Protección), había sido desarticulada para dar muestras al
Vaticano de la predisposición argentina para que las negociaciones que iniciaba
el cardenal Antonio Samoré arribaran a buen puerto. Pero esta desactivación no
fue óbice para el tipo de ceremonias que pretendemos rescatar del olvido.
Otras unidades, creadas especialmente para participar del
ORBAT (Orden de Batalla) también recibieron sus estandartes después de aquel
decreto, como el caso del Batallón Logístico 2 Movilizado al que se le hizo
entrega de la enseña nacional el 30 de enero de 1979. Este batallón, creado el
18 de diciembre de 1978, estaba integrado por la Compañía de Arsenales 2
(Paraná), Compañía de Sanidad (derivada desde el Hospital Militar de Paraná),
Compañía de Transporte Movilizada y la Sección de Intendencia 2 (desprendida
del Comando de la II Brigada de Caballería Blindada).
En el contexto del plan de acciones desarrollado por el
alto mando argentino los batallones de protección hicieron un real aporte al
igual que las unidades asignadas como Reserva Estratégica. Tal los casos de la
II Brigada de Caballería Blindada que se apostó al sur de la provincia de
Buenos y Este de La Pampa con algunas secciones adelantadas hacia el Oeste, y
el Regimiento de Infantería Aerotransportada 14 que permaneció en su territorio
natural (provincia de Córdoba). Ambas unidades actuarían en conjunto en caso de
que las tropas chilenas lograran contraatacar en su punto medio fronterizo para
comenzar un avance hacia la ciudad de Bahía Blanca.